Carlos Valenzuela analizó el impacto de los Debates presidenciales de la Argentina, destacando la necesidad de llegar al 10 de diciembre con un Presidente con experiencia, estabilidad emocional y que comprenda el contexto internacional, como factores clave para dirigir el país durante los próximos cuatro años. Destacó la importancia de la institucionalización de los Debates pero reclamó mayor flexibilidad en su formato.
La audiencia que tuvieron los Debates Presidenciales en la Argentina
muestran, para el analista Carlos Valenzuela, un interés significativo
por parte de la ciudadanía en conocer las propuestas y opiniones de los
candidatos y en este contexto, en los 40 años de la recuperación de la
democracia en el país, es un signo alentador para la Argentina, dijo.
Si
bien elogió esta instancia de debates, destinada a los candidatos a la
Presidencia que superaron las Paso, entiende que el formato debería ser
más flexible tanto en su estructura como en su duración.
Valenzuela
también rescató por un lado la falta de experiencia y estabilidad
emocional de algunos candidatos, particularmente de Javier Milei y de
Patricia Bullrich y rescató la posición “pornográfica” de ambos en el
tema derechos, ya que las propuestas que llevan adelante -dijo- pueden
tener consecuencias graves para el país.
En cuanto al desempeño de
Sergio Massa, Valenzuela elogió su discurso ordenado y su llamado a un
gobierno de unidad nacional como una solución para superar la
polarización política. Según expresó, la experiencia y la capacidad de
comprensión del otro son esenciales en un momento en el que Argentina
enfrenta desafíos internos desde lo económico, y una compleja situación
internacional en un mundo en conflicto bélico.
En cuanto al futuro
electoral, Valenzuela entiende que el escenario que se vislumbra es de
balotaje, con Sergio Massa y Javier Milei como protagonistas, encarnando
una contraposición: «derechos vs. antiderechos». En esa línea, expresó
su preocupación por el posible impacto de una presidencia de Milei en
cuanto a la estabilidad emocional del país, especialmente en un mundo
marcado por conflictos internacionales.
-¿Carlitos, qué lectura hacés transcurridos los dos Debates Presidenciales?
-En
primer lugar, quiero decir que a 40 años de la vuelta de la democracia
es bueno que se hayan institucionalizado con obligatoriedad de ley los
debates presidenciales. En ese contexto de obligatoriedad llevada
adelante por la Cámara Nacional Electoral, le falta más flexibilidad,
extenderlos un poco más en el tiempo; hay una elección presidencial cada
cuatro años, así que se podría agregar media hora más, agregar
repreguntas por cada bloque, que no sean solamente bloques rígidos de
cinco minutos. Creo que hay salir de la estructura de procedimiento
judicial y ponerlos en una estructura de procedimiento político, para
que la ciudadanía pueda tener mayor conocimiento. A partir de ahí
podemos decir que el debate tuvo un alto nivel de audiencia, lo que
indica que hay una población ávida de conocer lo que proponen y lo que
dicen los candidatos a presidente. Lo que hace suponer que hay una
ciudadanía interesada en lo que está ocurriendo, lo que es bueno.
-Los debates tuvieron mucha presencia en los medios y en las redes sociales, aún con humor…
-Así
es, el humor es bueno, sobre todo en tiempos de crisis el humor hace
bien; no hay que perder la alegría, la capacidad de reírse de uno mismo,
de los que están en frente, la alegría es importante, es sana, eso hace
bien. Respecto al debate propiamente dicho, me decía un amigo en forma
de chanza, que él vio la “revolución de la palangana”: boca ancha y poco
contenido (risas). Eso es producto de que están todos muy chicos. Ayer
vi un solo expositor, candidato a presidente con nivel de estadista,
después vi uno con nivel de ministro nacional, una de asambleísta
universitaria y dos “tumba derechos”. Son cinco participantes, no es muy
difícil ubicar a cada uno. El relator de Córdoba podría ser un buen
ministro porque tiene conocimiento, experiencia, gestión, y ha sido el
mejor vendedor de turismo hacia Córdoba en los debates, es decir que el
único interés que tiene Juan Schiaretti es la cantidad de diputados
nacionales que puede colectar en Córdoba. Sabe que en el resto del país
no tiene ninguna posibilidad de mover el amperímetro a nivel de votos
que le genere alguna banca, entonces él está enfocado en eso, ese es su
objetivo y de ese libreto no se salió. Después vimos que la candidata de
la izquierda (Myriam Bregman) estuvo muy dinámica, muy activa, muy
simpática además, pero en definitiva podría ser una buena ministra de
Ambiente del Gobierno de Unidad Nacional si comprende que no tiene que
ser funcional a la derecha, ya que en definitiva termina siendo
funcional a los otros dos candidatos. Por su lado, tanto Patricia
Bullrich como Javier Milei tuvieron una competencia para ver quién es el
que destruye más derechos de los argentinos, quién destruye más la
alegría de los argentinos: ya es pornográfica la posición que hacen de
la destrucción de los derechos en argentina.
-Eso no es una interpretación antojadiza; es lo que se vio…
-Así
es, es lo que están exponiendo. En la elección presidencial de 2015,
quien fue electo presidente (Mauricio Macri) jugó a lo Carlos Menem: “si
decía lo que iba a hacer no me iba a votar nadie”. Bueno, estos están
diciendo explícitamente lo que harían de llegar a ser electos
presidentes, sin ponerse colorados. Fíjense lo siguiente: ¿Cuántos votos
podría llegar a sacar Bullrich en Misiones? Yo creo que Cacho Bárbaro
le podría llegar a ganar a Martín Goerling porque lo que dijo respecto
al “plancito” de turismo, que genera miles de empleos en la provincia de
Misiones, donde uno de sus baluartes económicos es precisamente el
turismo… Ellos miran todo desde CABA sin que se les mueva un pelo, sin
interés en absolutamente nada. Además, viajaron más de 7 millones de
argentinos con ese “plancito”, sin embargo lo dicen a boca de jarro:
está muy bien dicho lo de “la revolución de las palanganas”, porque es
ancho y playito.
-¿Creés que el debate influye en la toma de decisión de los votantes?
-Para
nada. El votante de Bullrich salió convencido de que era lo mejor que
podría haber hecho; el votante de Milei está feliz; lo único que hacen
los debates es consolidar el voto que cada candidato tiene: a partir de
ahí se comienza a trabajar de otro tipo de cosas, que es lo que estamos
haciendo nosotros, los que hacemos el análisis producto de lo que
ocurrió el domingo a la anoche (el Debate televisado). Lo que yo veo es
que, por ejemplo, en el caso de Milei, nosotros tenemos que elegir
utilizando inteligencia emocional, por eso es que lo han “clonazepado” a
Milei, lo “palparon de motosierras” antes de entrar a los debates
(risas), le recortaron un poco el pelo porque ese pedazo de loco puede
llegar a ser presidente de los argentinos. Si es presidente, el 10 de
diciembre va a asumir un pedazo de loco, instable emocionalmente, en un
mundo instable, en guerra, que nos podría llevar a los argentinos a una
situación tremenda. Lo que nosotros necesitamos es experiencia,
estabilidad emocional, comprensión del otro, comprender que tenemos que
construir entre todos, y a esa propuesta hoy la está haciendo Sergio
Massa, que más allá de lo que se pueda pensar en cierto punto, él está
convocando a un gobierno de unidad nacional, que es la salida que
necesitamos hoy para salir de la grieta; que no es poca cosa, es mucho, y
es lo que vamos a necesitar en este mundo en guerra.
-¿Creés que el hecho de ser parte del Gobierno ayudó a Massa a
tener un discurso más ordenado, con alguna propuesta, a decir esto es
lo más serio hacia donde vamos, frente al resto de candidatos?
-Los
romanos hablaban del “curus honorum”: hemos visto en el debate que
quienes tienen trayectoria institucional, en la toma de decisiones, son
los más sólidos. Si bien Schiaretti no tiene un nivel de proyección
electoral nacional, es un hombre sólido, por eso mostraba su gestión, y
el más sólido de todos es Massa porque tiene un nivel institucional y de
trayectoria importante: los otros no tienen trayectoria. Bullrich solo
tiene la trayectoria de la represión, es decir, la seguridad para ella
es represión, no prevención. Habla de la fuerza post delito (después del
delito). Nosotros tenemos que tener bien claro que hay que trabajar
antes del delito; el delito nunca va a desparecer, desde que el mundo es
mundo existe el delito. Cuando Adán bajó la manzana fue el primer
delito, es decir que siempre va a existir el delito. La cuestión es
prevenir, no ir a la represión posterior al delito con la excusa de la
seguridad. Es una locura lo que estamos viendo respecto a estas
situaciones.
-Si bien no sabemos qué va a pasar, pero todo parece prever que el balotaje será entre Massa y Milei…
-Así
es, derechos y antiderechos. Hay un sub-35 sin diferencia de sectores
sociales, que aparentemente está con vocación de suicidarse en términos
electorales. Luego, si Milei es presidente no va a haber ninguno que se
haga cargo de que lo haya votado, eso va a ser así, lamentablemente para
los argentinos. Creo que necesitamos elegir estabilidad emocional,
experiencia de gobierno, y sobre todo un buen piloto de tormentas,
porque venimos de dos años de pandemia, de un año de sequía: un gobierno
de cuatro años de los cuales tres estuvo marcado por crisis tremendas,
la mayor sequía y la mayor pandemia que nos ha tocado vivir, y aún más
crisis si ahora entramos a un mundo en guerra; esperemos que al
norcoreano no se le ocurra entrar en guerra porque parece que todo esto
es contagioso. El General Perón decía que la verdadera política es la
política internacional: estamos viviendo un mundo en conflicto, tenemos
que vivir en ese mundo en conflicto, con una deuda tremenda que nos dejó
el gobierno (de Juntos por el Cambio, de Mauricio Macri) que hoy
pretende presentarse nuevamente a elecciones, en este mundo en conflicto
tenemos que resolver nuestra relación con el mundo, tenemos que
resolver los problemas internos, hay muchos problemas por resolver. Así
es que lo que necesitamos es gente con experiencia, con trayectoria y
con estabilidad emocional.
Fuente: Misiones Plural
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