Nicolás Maquiavelo inspira a líderes políticos y lo conocemos como el padre de la Ciencia Política moderna. Nos iluminó con su frase: “La experiencia siempre ha demostrado que jamás suceden bien las cosas cuando dependen de muchos”. Y, a título personal, creo merece ilustrar la interna feroz de Juntos por el Cambio (JxC) que hoy recorre toda la Argentina.
En esta inmensa crisis de liderazgo político que atraviesa uno de los partidos más mainstream del país, se dejan ver sus problemas personales y la imperiosa necesidad de que todos tomen decisiones (no leen a Maquiavelo). El Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y el presidente de la UCR Nacional, Gerardo Morales, pretenden ampliar la alianza incluyendo al peronismo no kirchnerista representando en Juan Schiaretti, actual Gobernador de Córdoba; también busca sumar a José Luis Espert, en búsqueda del liberalismo que le resta votos a Javier Milei. En ese sentido la siempre incendiaria Patricia Bullrich, prendió otra vez la fogata de la oposición. La ex montonera se mostró en la red social del pajarito muy enojada ante la posibilidad de otra candidatura a presidente en JxC y se opone fuertemente a la ampliación del espacio.
Recordemos que el
14 de junio vence el plazo para la inscripción de alianzas nacionales, y
entramos en la cuenta regresiva de los sesenta días previos a las PASO. Así, la
interna no cede y se intensifica. La discusión se da el día después de las
elecciones en 88 de los 427 municipios de la Provincia de Córdoba (aquellos que
desdoblaron de las provinciales del 25 de junio). En las mismas, JxC festejó el
batacazo de los candidatos cambiemitas y, luego de las declaraciones de
dirigentes nacionales como Larreta y Morales, la preocupación crece en Luís
Juez (candidato a gobernador de la coalición opositora) y Rodrigo de Loredo que
quiere llegar a la intendencia de la Capital por la UCR-JxC.
Los que también se
involucraron en la interna, como era de esperar, fueron los misioneros Martín
Arjol y su tocayo Goerling. El derrotado ex candidato a gobernador en las
pasadas elecciones del 7 de junio, que fue sostenido y financiado por Rodríguez
Larreta en el 2021, habría recibido órdenes del correntino, Gustavo Valdés,
para solidarizarse con De Loredo y así afianzar de qué lado de la grieta
cambiemita construye sus negocios políticos y personales. Goerling, por su
parte, como buen bullrichista de la primera hora, salió a cruzar duramente a
Larreta vía Twitter. A comprar pochoclos porque esto promete más capítulos.
Los cambiemitas
cordobeses encendieron las alarmas: otra vez las decisiones se toman en el país
central y no miran a las provincias. Podríamos explicar a los cordobeses el
ejemplo de la provincia de Misiones, donde el Frente Renovador de la Concordia
se vio en el deber de construir una opción superadora a la grieta y con
respuestas claras desde y para el pueblo misionero.
Por Emilia Guevara
Periodista (USAL)
Maestrando en Gobierno UBA.
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