El ex ministro de Economía y uno de los responsables
políticos de la crisis de 2001, Domingo Cavallo, publicó en su blog un texto en
el que da su versión sobre lo que sucedió, al que refirió como "la verdad
sobre el 2001".
"Muchas de las versiones que se están dando en los
medios audiovisuales y en muchos artículos periodísticos sobre la crisis del
2001, parten del desconocimiento de los hechos y reproducen la narrativa con la
que a partir de enero de 2002 se trató de justificar el caos económico que el
gobierno de Duhalde generó al destruir la convertibilidad mediante la
pesificación compulsiva de todos los contratos en dólares, incluidos los
depósitos bancarios", advirtió Cavallo.
El ex titular del Palacio de Hacienda de Fernando De la Rúa
recomendó para "estar bien informados" leer las 17 páginas del libro
"Historia Económica Argentina" que escribió junto a su hija Sonia
Runde, donde explica que en 1999 el Presidente de la Alianza ganó la elección y
se instaló una esperanza de recuperación económica, luego de un decline del PBI
de 0,4% en el cuarto trimestre del 1998, de 2,5% en el primero de 1999, de 4,9%
en el segundo y de 5,1% en el tercero. “Vista en perspectiva histórica, esta
recesión se parecía mucho a la que había provocado la crisis mexicana en 1995”,
afirmó el economista.
Al analizar el inicio del gobierno de la Alianza y la
recesión del 2000, Domingo Cavallo aseguró que el endeudamiento que se produjo
entre 1997 y 1999 había “hecho estragos”, pero que los asesores de De la Rúa no
lo advertían. “Recién comenzaron a hacerlo a mediados del 2000, cuando les
estaba costando mucho sacar al país de la recesión y los mercados de capitales
del exterior comenzaron a apostar en contra”, rememoró.
“A partir de ese momento los analistas financieros
comenzaron a destacar el aumento del riesgo país, un latiguillo que torturó a
la administración de De la Rúa durante el resto de su gobierno”, agregó.
Fiel a su tendencia conservadora y muy en línea con la
posición de Juntos por el Cambio, espacio que adoptó a muchos protagonistas de
esa crisis, Cavallo le echa la culpa del declive a la legislación laboral la
cual, según él, obstaculizaba la recuperación económica y apuntó contra los
“costos adicionales” que generaban los trabajadores a las empresas. “Los
sindicatos peronistas, lejos de aceptar las modificaciones, habían utilizado
siempre su poder político para impedir las reformas imprescindibles”, señaló.
Tras recordar en que octubre de 1999 la desocupación
“heredada” por la Alianza llegó al 26,7%, remarcó que De la Rúa buscó cumplir
su promesa de campaña y giró $600 millones al interior del país para pagar
salarios docentes, a pesar de lo que ello implicaba. “Conscientes de que el
déficit se estaba constituyendo en un problema grave, el ministro de Economía,
José Luis Machinea, propuso un aumento del impuesto a las Ganancias de las
personas”, recalcó.
Para achicar más el déficit en el 2000 se decidió “recortar
gastos”, como el sueldo de los funcionarios públicos y los gastos reservados, y
se “impuso una política de máxima austeridad en todas las esferas del sector
público nacional”. Así, se redujo el déficit primario unos u$s2.500 millones y
subió la recaudación, aunque por el peso de la deuda el “esfuerzo fiscal se vio
neutralizado": la factura de intereses de la deuda aumentó de $9.800
millones a $11.700 millones en el 2.000.
“El endeudamiento heredado comenzaba a ponerse de manifiesto
con crudeza. Gran parte del esfuerzo para reducir gastos y aumentar ingresos
solo servía para pagar cada vez más intereses”, advirtió Domingo Cavallo.
Cavallo afirmó que el riesgo país comenzó a dispararse tras
la salida de la vicepresidencia de Carlos "Chacho" Álvarez, por una
"actitud irresponsable" con la ley de la reforma laboral, que frenó
Hugo Moyano: "Inventó la historia de la Ley Banelco para impedir que los
senadores peronistas apoyaran la ley de reforma laboral". En los 30 días
posteriores a la salida del ex Vicepresidente el riesgo país trepó de 670
puntos a 1.000, mientras los bonos se derrumbaban, "comenzaron a salir
depósitos del sistema bancario en cifras millonarias", añadió.
En ese momento, según Cavallo, se optó por recurrir al FMI
para buscar apoyo: "Machinea y Daniel Marx lograron negociar un programa
de apoyo con el FMI, al que le pusieron el nombre de 'blindaje'", si bien
el 'blindaje' revirtió la salida de depósitos hasta marzo del 2001
"surgieron varias señales que Argentina no podía cumplir sus metas de
gasto público y déficit fiscal", ambas condiciones del FMI, que retendría
los próximos desembolsos.
"Los rumores de default reaparecieron, los que provocó
una nueva salida de depósitos", continúo.
Tras la salida de Machinea de Hacienda y el paso de Ricardo
López Murphy de Defensa a Economía se anunció un fuerte recorte del gasto por
más de $2.000 millones. "Se produjeron grandes protestas callejeras y
varios miembros del Gabinete nacional, entre ellos, miembros clave de la ya
debilitada Alianza, renunciaron a sus cargos", remarcó.
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