Durante el acto Super Live de Lula, el candidato del PT dijo que su regreso está vinculado a la lucha para erradicar por segunda vez los problemas alimentarios y a pacificar el país.
El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, favorito para obtener el
domingo la presidencia de Brasil incluso sin necesitar un balotaje,
afirmó este lunes que su regreso está vinculado a la lucha para
erradicar por segunda vez el hambre y a pacificar el país, luego de que
se conociera que un elector de su Partido de los Trabajadores (PT) fuera
asesinado por cuestiones políticas en el noreste del país.
Al
mismo tiempo, el presidente Jair Bolsonaro afirmó en una entrevista de
40 minutos con el canal de televisión abierta bolsonarista Record,
propiedad de la Iglesia Universal, que esperará el resultado antes de
reconocer la transparencia del proceso electoral y volvió a poner bajo
sospecha a los magistrados del Tribunal Superior Electoral (TSE).
Mientras
tanto, una misión de observadores de la Organización de Estados
Americanos (OEA) llegó a Brasil para monitorear las elecciones del
domingo.
En el acto Super Live de Lula,
realizado en el centro de convenciones ANhembí, de San Pablo, donde
pasaron más de 200 nombres de la cultura durante cinco horas en forma presencial y con videos, Lula hizo tal vez el acto más importante de su campaña.
Lo hizo justamente el día que la encuesta Ipec de TV GLobo le otorgó 52% para el domingo,
con lo cual estaría definido el pleito sin necesitar segunda vuelta,
teniendo en cuenta que Brasil requiere la mitad más uno de los votos
válidos (descontados blancos y anulados) para evitar el balotaje.
"No
podemos tener una guerra, Brasil no tiene guerra con nadie y no podemos
tener peleas entre nosotros", afirmó Lula, emocionado, y condenó "la
violencia política porque alguien tiene una remera roja".
En
Cascafel, municipio del entorno de Fortaleza, en Ceará, se supo hoy que
fue asesinado el sábado un hombre que en un bar fue preguntado por
quién iba a votar el 2 domingo y respondió "por Lula". El agresor le
clavó un cuchillo en el pecho y lo mató.
En Barreiras, Bahía, un adolescente de 14 años hijo de un policía motivado por cuestiones racistas y que se identificaba en las redes sociales con el nazismo invadió hoy la escuela pública a la que asistía y mató con un revólver 38 a una estudiante en silla de ruedas, causando un revuelo nacional.
"Este país precisa ser pacificado", afirmó Lula,
que enumeró en su discurso las propuestas de su posible tercer gobierno
con la creación inédita de un Ministerio de Pueblos Originarios. Llamó
además "genocida" al excapitán Bolsonaro.
El acto
fue una fiesta para el PT en San Pablo, ciudad donde Lula reside desde
que salió de la cárcel tras pasar 580 días preso injustamente por la
operación Lava Jato, que según el Supremo Tribunal Federal (STF, corte
suprema) manipuló las causa de desvíos de corrupción en la petrolera
estatal Petrobras para perseguir a Lula y proscribirlo.
Lula, mirando a la expresidenta Dilma Rousseff, una de las más
aclamadas de la tarde noche en la zona norte de San Pablo, le dijo que
ella fue víctima de parte del "odio que se instaló en la sociedad",
al recordar las manifestaciones que la destituyeron por irregularidades
en el presupuesto, un accionar que no fue considerado delito por el
Ministerio Público.
Entre los referentes
culturales e intelectuales en la gran ceremonia organizada por la esposa
de Lula, Janja Silva, estuvieron Gilberto Gil, Caetano Veloso, Chico
Buarque, Pabllo Vittar, Paulo Miklos, Daniela Mercury, Paulo Vieira,
Emicida, Margareth Menezes, Duda Beat, Walter Casagrande, Djamila
Ribeiro, Itamar Vieira Júnior, Lilia Schwarcz y Silvio Almeida.
Con
videos desde el exterior apoyaron a Lula los actores estadounidenses
Mark Ruffalo y Danny Glover, y el cantante Roger Waters.
Lula
dijo que podía haberse quedado pasando el tiempo a sus 76 años con su
nueva esposa pero remarcó que tiene "una causa llamada pueblo
brasileño".
"Es insoportable el regreso del hambre al país", subrayó, emocionado
el exsindicalista pernambucano que forjó su vida en San Pablo, en las
huelgas contra la dictadura militar a fines de los setenta.
Volvió a pedir a la población acudir a votar y evitar el abstensionismo para poder facturar la elección en la primera vuelta.
En
el otro lado, Bolsonaro, con las encuestas en su contra y luchando para
llegar a un balotaje, volvió a cargar contra los jueces de la corte que
anularon la Lava Jato y dijo que estos mismos magistrados están a cargo
de la justicia electoral.
"El Tribunal Electoral
está perjudicando a mi campaña", dijo al comentar que la corte
reguladora del proceso electoral le ha prohibido utilizar imágenes de
actos gubernamentales en la campaña, como el del día del bicentenario de
la independencia, cuando a sus seguidores les dijo quera 'imbrochavel',
es decir, que continuaba teniendo vigor sexual.
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